La locura de una
noche de boliche: alcohol, cigarrillos, mucha música al palo, bailar, mucha
gente apretada que después de varios litros de alcohol ya pasaron a ser tus “amigos”,
que vagos por ahí que te encaran y vagos por allá que te ignoran. ¿Es tan
necesario todo eso para que después pase a ser una “buena noche” de esas que “recordás”
como una de las mejores? Sí, “recordás” porque realmente no te acordás ni de
cómo entraste. Pero sin embargo a todos nos llama la atención ese tipo de
locura, y creemos que somos los mejores por vivirla. Le decimos a alguien que
no le gusta esto: “Cómo no te va a gustar, si es lo mejor de la vida!!!!”. No
todos comparten tu mismo pensamiento, no a todos les gusta ese tipo de locura.
Para otros la
locura es pensamientos sin sentido, como decir “Vi una vaca que volaba, ¡te lo
juro!” o algunas actitudes que tienen o comportamientos tan extraños para
ellos. Para otros la locura no es ir a un boliche, o para algunos la locura ni
existe.
Sigamos con eso
de “la locura de una noche de boliche”, no es tan necesario que te emborraches,
que termines tirada, humillándote para que sea “la mejor noche de tu vida”, ni
tampoco que vayas arrastrándote encarando miles de vagos, sólo porque a tus
amigas les parece gracioso. ¿Tan poco te querés?, porque realmente así después
se te cagan todos de risa cuando vuelvas al mismo boliche, al mismo lugar, y
todos los que te vieron la noche pasada en ese deplorable estado vuelvan a encontrarte
y ya mirarte riéndose. Pero si para vos está bueno, genial hacer eso… siga
haciéndolo, después no ande llorando por ahí que nadie la toma en serio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario