lunes, 26 de noviembre de 2012

Cambios

Creo entenderte... creo entenderte cuando decís que queres que las cosas sean distintas y vuelvan a ser como eran antes. Y no, no hablo de un chabón, hablo de la vida, hablo de esos cambios bruscos que te tocan y revolucionan tu rutina. 
Pero las cosas cambian, sí... al principio crees que para bien, porque te gustan los cambios pero no sabes acostumbrarte, y después de un tiempo queres que vuelva todo a la normalidad. Flaqui, las cosas en la vida son así, hay cambios siempre solo hay que saber llevarlos y aceptarlos, porque la rutina tarde o temprano te mata, te aburre y sin saberlo, sin proponertelo salís a buscar algo que te saque fuera de lo común, porque lo necesitas, porque te va a hacer bien y lo sabes; aunque después te arrepientas o no te guste más o eso lo incorpores a tu rutina y te termine aburriendo. 
Cambios hay siempre, hasta que forman parte de tu vida diaria y vuelvas a necesitar nuevos, aunque no te gusten. Y hay de esos que pasan desapercibidos o de esos que resaltan tanto que hacen una revolución, o de esos que vienen acompañados, osea no es uno solo sino tres o cuatro, hay varios y algunos son lindos. 

sábado, 24 de noviembre de 2012

Salir a comprar ropa

Te abren el vestidor de golpe, te desesperas y te tapas con lo primero que encontras a mano.
"¿Te quedó bien gordi? ¿Te ayudo con algo? ¿Como te fue ese talle?" Es como si a todas les enseñaran a atender en la misma clase, seguramente les dan un libro con las mil y un frases que siempre repiten. Bonitas, su pelo es hermoso, se visten siempre bien, pero atienden todas muy mal.
Después de sufrir el shock incurable que te producen al abrir la maldita cortina el vestidor de golpe, se dedican a "halagarte" como pueden: "Te queda divino", "Ese color te queda re bien con tu piel", "Queres probarte el otro color". Enserio.... ¿Que me queda divino? O vos sufrís un gran problema de drogas o yo no tengo la más mínima idea de lo que está pasando en esta dimensión. La miras un poco disconforme y le pedís que te pase otra cosa, tratando de comunicarle lo más cordialmente posible que lo que te acabás de probar te queda horrendo, apretado, el color es desagradable, no te gusta, en fin, te lo estás probando por compromiso. Es más, vos fuiste a buscar una camisa para poder salir esa noche, pero ellas te hacen llevarte la remera, el pantalón (que con esa remera queda supuestamente re bien y SE RE USA), unos zapatos que van justo con el color de los botones de la camisita y obvio el cinto que hace juego con los zapatos. Y ahí vos terminas endeudada y para colmo ¡Disconforme!
Nunca voy a saber si todo esto lo aprenden en un lugar o solo son robots automatizados por alguien escondido en alguna parte del local. Pero en fin, a ellas, las sufrimos todas las mujeres.